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¿Qué es la gota?

La gota es la enfermedad que se produce por la formación de cristales de una sal del ácido úrico (urato de sodio) en los tejidos, más frecuentemente en las articulaciones.

 

Es una forma frecuente y compleja de artritis que puede afectar a cualquiera.

 

Se caracteriza por ataques repentinos e intensos de dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones, muchas veces en la articulación que se encuentra en la base del dedo gordo del pie.

 

 

 

Causas:

 

Se debe a la presencia de forma prolongada de un nivel de ácido úrico elevado en la sangre (que conocemos como hiperuricemia), de la misma forma que se forman los depósitos de sal común en las salinas. Cuando crecen y podemos verlos o tocarlos bajo la piel los conocemos como tofos.

 

La inflamación de las articulaciones en la gota se debe al depósito de microcristales de una sal de ácido úrico (urato monosódico). La formación de estos cristales requiere niveles de ácido úrico en sangre elevados (superior a 7mg/dl), lo que se conoce como hiperuricemia.

 

La causa más frecuente de hiperuricemia es:

 

la dificultad para eliminar el ácido úrico de la sangre. Otras causas de hiperuricemia son la formación excesiva de ácido úrico, la ingesta abundante de algunos alimentos o el tratamiento con algunos fármacos.

Es importante remarcar que la hiperuricemia por sí misma no produce ataques de gota.

En las personas que ya padecen gota, la hiperuricemia elevada de forma persistente, aumentará la frecuencia de los ataques y la afectación de más articulaciones. Por el contrario, si mediante el tratamiento se reducen los niveles de ácido úrico por debajo del nivel de cristalización, los cristales de urato se irán disolviendo lentamente y en algunos casos pueden llegar a desaparecer.

 

Normalmente, el ácido úrico se disuelve en la sangre y pasa por los riñones a la orina. Pero, a veces, el cuerpo produce demasiado ácido úrico o los riñones excretan muy poco. Cuando esto sucede, el ácido úrico se acumula y forma cristales de urato con forma de aguja puntiaguda en una articulación o el tejido que la rodea, y esto causa dolor, inflamación e hinchazón.

 

Síntomas:

 

La gota produce inflamación articular, generalmente de una sola articulación, aunque puede afectar a más de una a la vez. Las articulaciones en las que más frecuentemente se producen ataques de gota son la base del dedo gordo, el empeine del pie, el tobillo y  la rodilla aunque puede producirse en cualquier articulación.

 

El inicio de los síntomas suele ser brusco;

 

en horas, la articulación pasa de estar normal a tener una inflamación muy intensa. El paciente nota mucho dolor y éste empeora con el movimiento de la articulación y el roce.

 

Además, suele aparecer hinchazón, enrojecimiento y aumento de la temperatura de dicha articulación. Estos síntomas suelen durar una semana y, posteriormente, desaparecen. Es frecuente que pacientes que han presentado un episodio de artritis por gota presenten más.

 

Episodios en el futuro si no reciben el tratamiento adecuado, ya que es una enfermedad que tiene brotes de actividad.

 

Otro signo característico es la aparición de tofos que son nódulos blanquecinos que suelen aparecer cerca de las articulaciones. Los tofos son el resultado de la acumulación de cristales de ácido úrico y aparecen en algunas personas con niveles de ácido úrico en sangre elevado de manera persistente.

 

 

Complicaciones:

 

Las personas que padecen gota pueden contraer enfermedades más graves, como las siguientes:

 

Gota recurrente. Es posible que algunas personas nunca vuelvan a experimentar signos y síntomas de gota. Otras personas pueden sufrir gota varias veces y hasta pueden poner en peligro su vida.

 

Gota avanzada. La gota no tratada puede causar la formación de depósitos de cristales de uratos debajo de la piel en nódulos llamados tofos. Los tofos pueden aparecer en varias áreas, como los dedos, las manos, los pies, los codos o los tendones de Aquiles que se encuentran en la parte posterior de los tobillos. Por lo general, los tofos no son dolorosos, pero pueden inflamarse y tornarse sensibles durante los ataques de gota.

 

Cálculos renales. Los cristales de uratos pueden acumularse en las vías urinarias de las personas que padecen gota y causar cálculos renales. Los medicamentos pueden ayudar a reducir el riesgo de tener cálculos renales.

 

 

Recomendación:

 

En la mayoría de los casos, los pacientes que presentan esta enfermedad necesitarán un tratamiento farmacológico según lo indique el especialista para disminuir el depósito de cristales o, al menos, la inflamación que estos producen.

 

Asimismo, tener una dieta equilibrada y realizar ejercicio físico es muy recomendable para estos pacientes ya que, además de ser beneficioso para las articulaciones, también contribuyen de manera favorable para evitar las comorbilidades que pueden aparecer.

 

¿Cuándo consultar al especialista?

 

Visita al especialista si tienes dolor intenso y repentino en una articulación. La gota sin tratar puede provocar el empeoramiento del dolor y daño en las articulaciones. Y si tienes estos síntomas como fiebre y si una articulación está caliente e inflamada, ya que puede ser un signo de infección no pongas en riesgo tu salud .

 

 

Clínica de Artritis

 

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